Nuestra Lengua, ¿para qué?

   Muchas veces me preguntan mis alumnos para qué estudiar Lengua y Literatura si es el idioma que ellos hablan y no tienen dificultades. ¿Qué difícil de responder?, o no..., simplemente recorriendo todo un año de trabajo se puede lograr esa anhelada respuesta.
   Podemos demostrar que la Lengua actual viene con muchas modificaciones desde hace siglos y las seguirá sufriendo ya que es una entidad viva que el tiempo y el hombre se encargan de alterar.
   Jugando a aprender, observando detalles en los cuales nunca habíamos reparado, comparando personajes y situaciones, elaborando actividades creativas y descubriendo que tenemos un gran tesoro que proteger y respetar por el simple hecho de que es Nuestro.

¿Es fácil Comunicarse?

   Muchos piensan que sí, pero para que esto se logre un buen interlocutor tiene que tener amplitud de criterio ante las opiniones ajenas y estar dispuesto a aceptar lo que los demás puedan enseñarle, si exponen razones sólidas para fundamentar sus juicios; y por sobre todas las cosas debe saber escuchar para retener lo fundamental cuando esté en uso de la palabra si es necesario.
   También debemos tener en cuenta el ambiente en el que se produce la comunicación y el grado de confianza que se pueda tener con el receptor.
   Ambos deben campartir el mismo código lingúístico y reconocer el código no lingúístico que puedan emplear.
   Las determinaciones psicológicas del emisor y del receptor, además del ambiente sociocultural al que pertenecen cada uno influyen en la comunicación.
   Por otra parte, tenemos que conocer las características del emisor: su lugar de origen, su nivel de educación, su edad, si emplea un registro técnico; todo para poder comprenderlo y lograr así un buen entendimiento del mensaje.
   Entonces, me pregunto..., ¿realmente es fácil comunicarnos?, y de ser así ¿por qué muchas veces no lo logramos? Al fin y al cabo creo que no era tan sencillo.